jueves, 18 de marzo de 2010

“Los Misereres”, motetes de Baeza, un legado musical.


Etimológicamente la palabra motete proviene del vocablo diminutivo “mot”, que en francés y provenzal equivale a composición poética y melódica.

En sus comienzos, es decir, en los s. XII y XIII, el motete era una pequeña canción, compuesta en lengua vulgar y con una sola estrofa, que se superponía a un tema sacado del repertorio litúrgico, posteriormente en el s. XVI, el motete tendrá un significado mucho más amplio y designará casi todas las piezas del repertorio litúrgico, excepto la Misa. Hoy día, la definición del motete más extendida es, la de una breve composición religiosa, polifónica, con ó sin texto, preferentemente latino, de uso complementario en la Liturgia. Estas piezas pertenecen a la música religiosa de tradición popular.

Los motetes baezanos por excelencia, conocidos por “Misereres”, son piezas musicales breves a varias voces y se interpretan tras algunas de nuestras imágenes de Semana Santa, entre otras la de Jesús Nazareno y la Cruz de Santa Elena “El Paso”, que hace unos años formó una “Capilla Musical” con miembros de la cofradía.

Sobre estos motetes hay que indicar que son anónimos, no hay una fecha de creación conocida, lo único que se sabemos es que se interpretan desde antaño en nuestra semana mayor.

Es una tradición que ha sido transferida de generación en generación de músicos, y se ha mantenido a través de la transmisión oral. Al no haber partituras primitivas escritas sobre estas obras, se han transmitido “de oído” entre los músicos que las han interpretado.

Hace años, según cuentan nuestros mayores, como acompañamiento de los músicos marchaban una o varias personas que iban tatareando de viva voz los motetes. Esta tradición cantada se perdió allá por los años 50, perdurando únicamente la interpretación instrumental en nuestros tiempos.



De la forma musical de estos “Misereres”, hay que decir que son composiciones para música de cámara en las que cada instrumento tiene la misma importancia. Están compuestos para un determinado número de instrumentos, dependiendo del grupo instrumental. En Baeza nunca se ha visto un número exacto y ha ido variando en función de las circunstancias del momento.

La melodía es instrumental, frases musicales que discurren por grados conjuntos con algunos saltos y adornadas con mordentes. Tienen tres partes, tres motetes, que mediante la utilización de motivos melódicos en cada uno, le dan unión al conjunto de la obra.

El ritmo de la obra se podría encuadrar a la hora de transcribirla, en un ritmo binario de 2/4 o 2/2, pero al oírlos o interpretarlos se hace Ad libitum, sin un tempo fijo, es decir, a placer. Este término significa que los intérpretes o músicos pueden variar el tempo como lo deseen, eso si, sin alterar las notas, solo el tempo. Se puede decir que es un tempo Andante.

La textura es homofónica, las diversas voces se mueven simultáneamente con los mismos valores rítmicos pero con diversas notas, formando acordes sucesivos. Por último, si analizamos el timbre de las obras, es de instrumentos de viento metal y madera y son interpretados normalmente por, clarinete, saxofón alto, saxofón tenor ó barítono, trompeta, fliscorno, trombón y tuba, pero sin un número exacto de instrumentos.

LA FORMACIÓN EN CONSUMO, ALGO BÁSICO PARA LA SOCIEDAD ACTUAL.

El pasado lunes día 15 se celebró el Día Mundial del Consumidor/a. En este día se conmemora el proceso competitivo que permite que los consumidores/as decidamos que se produce y a que empresas alzamos con éxito en el mercado. Esto se logra mediante la competencia y siempre que los consumidores/as contemos con la información y formación para poder tomar la mejor decisión. Hay que reconocer que en esta área, se ha avanzado mucho en España en los últimos años.

El Día de los Derechos del Consumidor/a se celebra según lo instituido por Consumers Internacional, federación mundial de más de 250 organizaciones de consumidores/as. El origen de esta celebración tiene su punto de partida en una declaración que presidente estadounidense John F. Kennedy realizó el 15 de marzo de 1962 ante el Congreso de Estados Unidos, en la que se refirió a cuatro derechos de los consumidores/as, seguridad, información, elección, y a ser escuchado. Con el poder discursivo hecho ideología patriótica que tenía el presidente Kennedy, aseveró en el Congreso de los Estados Unidos: "Ser consumidor, por definición nos incluye a todos, somos el grupo económico más grande en el mercado, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas y privadas... pero es el único grupo importante cuyos puntos de vista a menudo no son escuchados".

Esta definición de libertad que Kennedy instauró en una sociedad avanzada, recogía como punto de partida el "derecho a la educación del consumidor/a". Esto significaba hacer hincapié en la formación de los consumidores/as; el motivo, simplemente, el de no ser engañados/as.

Al consumidor/a, indefenso/a ante tal avalancha de intereses comerciales, no le queda otra opción que el conocimiento para en caso de necesitarlo poder enfrentarse debidamente asesorado y respaldado por entidades oficiales, contra aquellas empresas que vulneren sus derechos como consumidores/as.

La creación de entidades destinas a la defensa y asesoramiento de los consumidores/as sobre sus derechos como tales, fue un verdadero hito histórico, pues proporcionan un servicio sin el cual estaríamos desprotegidos totalmente y con la ayuda de estos organismos somos capaces de realizar elección de bienes de consumo, informados y conscientes de nuestros derechos y responsabilidades.

Hay que seguir ahondado el la formación del consumidor/a, es esta tarea sin duda, un deber de la administración, bien sea local, autonómica ó nacional. Para apoyarnos en estas tareas, existen las oficinas locales de consumo y asociaciones de consumidores/as que están para escucharnos, formarnos y ayudarnos en todo lo referente a esta materia. No debe obviar la administración que queda mucho camino por recorrer, por que las nuevas tecnologías, telefonía, compras on-line, etc., nos desbordan y necesitamos hoy mas que nunca asesoramiento y ayuda para enfrentarnos a esta situación que nos sobrepasa.

Para este día y para el resto del año hay que fomentar la voluntad mundial de construir sociedades que respeten los derechos de las personas en materia de consumo, hay que intentar construir maneras diferentes de relacionarnos, basadas en la confianza, la transparencia y la verdad ante las demandas de los ciudadanos/as frente a los temas de consumo.

Desde esta tribuna quiero aplaudir los logros conseguidos en España en los últimos años en materia de consumo y promover que no cejemos en el empeño de formarnos y de luchar por nuestros derechos, sin olvidar nunca nuestras obligaciones, y sigamos trabajando juntos por la atmósfera que JF Kennedy empezó a construir en el congreso norte americano, haciendo de la indefensión un derecho y de los consumidores un grupo escuchado en todos los niveles y con fuerza para hacer del consumo un escenario cada vez más justo.