martes, 20 de abril de 2010

¿Cuánto subirán los precios por el aumento del IVA?


Tras la polvareda levantada por la subida del IVA que se producirá a partir de julio, falta por despejar cómo incidirá en los precios. Pero a menos de tres meses para que entre en vigor el incremento la respuesta no está del todo clara.


La subida del impuesto, decidida por el Gobierno para reducir el déficit, dejará el IVA general en el 18%, frente al 16% anterior, y el IVA reducido -transporte, hostelería, vivienda- pasa del 7 al 8%.


Su efecto sobre los precios es una incógnita. En última instancia son las empresas las que deciden si trasladan los precios al consumidor o si los absorben en su cuenta de resultados, es decir, si los asumen en sus posibles beneficios -o engrosan aún más sus pérdidas-.


Con el país todavía en recesión y el consumo de capa caída, las compañías no tienen mucho margen para subir sus precios. "Dependerá mucho del sector", afirma Rafael Pampillón, economista de IE Business School. "Donde hay más competencia, por ejemplo el turismo y los paquetes de viajes, no se podrá trasladar. Se lo tendrán que comer las empresas", añade.


El pequeño comercio cree que la medida es "inoportuna", ya que perjudicará sobre todo a las empresas más que a los consumidores. "Los empresarios tendrán que hacer un esfuerzo adicional porque la crisis del consumo no facilita que se pueda trasladar a los precios, eso perjudica los márgenes", afirma Miguel Ángel Fraile, secretario general de la Confederación Española de Comercio.


"Cualquier subida que pueda trasladarse no va a ser significativa para el consumidor. En una camisa de 30 euros, subiría 50 céntimos. Pero las empresas siempre lo vamos a notar", añade. "Las empresas con problemas tendrán más pérdidas y podrían echar más gente a la calle", se lamenta Fraile.


Inditex y Carrefour ya han adelantado que no subirán precios por el aumento del IVA. Es lo que probablemente tendrán que hacer muchos empresarios, al menos hasta que escampe aún más la crisis.


"A nosotros no nos va a quedar más remedio que dejar los precios como los tenemos. Al menos de momento. No podemos permitirnos perder más clientela, que ya está bajando por la crisis", afirman en un restaurante del barrio madrileño de Chamberí. Donde no parece que habrá más remedio que pagar más será en las tarifas con cierta regulación, como la luz, el gas o el butano.


Problemas más graves


El Gobierno espera que la subida del impuesto se traslade a los precios con un incremento leve, del 0,5% o el 1%, según manifestaron hace poco Elena Salgado, ministra de Economía, y Miguel Sebastián, titular de Industria.

"Es evidente que la subida del IVA tendrá repercusión en los precios, aunque no cabe esperar un impacto inmediato. Probablemente se dilate durante dos o tres meses", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, en España.


Este experto cree que el aumento provocará que la tasa anual de la inflación suba 0,6-0,7 puntos adicionales. No es preocupante si se tiene en cuenta que actualmente el IPC continúa por los suelos, por debajo del 1%.


Con el incremento del impuesto, el Gobierno espera recaudar 5.150 millones de euros adicionales que servirán para reducir la subida del déficit, que ha alcanzado el 11,4%. El Ejecutivo ha defendido la que probablemente es la medida económica más impopular que ha tomado argumentando que, incluso con la subida, el impuesto quedará por debajo de la medida europea, actualmente en el 20%.


Llega demasiado pronto


Los expertos no creen que la subida del IVA sea una mala medida, aunque sí que se debería haber tomado más adelante, cuando la recuperación estuviera consolidada. "Hay que desdramatizar el incremento. Tenemos problemas más graves, como el déficit público, la situación del sector inmobiliario, la falta de competitividad económica o el paro", remarca Pampillón, de IE Business School.

Pero los economistas dudan de que la subida por sí sola del IVA sea capaz de enderezar el déficit. "Hace falta recortar aún más el gasto público", cree Pampillón.


Además, el aumento del impuesto producirá un repunte del consumo en el segundo trimestre del año, ya que hará que se adelanten las compras de bienes caros, como viviendas y automóviles, pero producirá una recaída en el tercero.


La caída del consumo podría hacer que la supuesta mayor recaudación por el aumento del impuesto se quedara en agua de borrajas. Si se consume menos, se neutralizaría también el mayor flujo hacia las arcas del Estado en el corto plazo.


La experiencia de lo que ha ocurrido en las últimas subidas de Alemania, Portugal y España -en 1992- así lo demuestra pero también es cierto que, una vez consolidada la recuperación, la recaudación aumentará.


Algunos expertos creen que el error ha sido no acompañar la subida del IVA de una rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social, lo que aliviaría la presión fiscal sobre las empresas.

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